martes, 21 de abril de 2009

*-*-*Acá entre tú y yo. Una verdad oculta de la redacción*-*-*


A cada paso que damos por las calles; en cada vistazo a la televisión; al navegar una y otra vez por el internet; al leer revistas, periódicos o folletos; nos topamos con nuestra amiga la redacción. Y, definitivamente, es ella parte esencial de lo que llamamos comunicación.

Ahora bien, desgraciada o afortunadamente, la redacción no es “algo” que se da de manera innata; no nacemos con los conocimientos básicos para su buena ejecución pegados a nuestro cerebro; ni mucho menos se nos regala envuelto con papel celofán... mas bien resulta ser un verdadero arte, que requiere su tiempo, esfuerzo y disposición para mejorar día con día.

Los signos de puntuación, así como el correcto uso de consonantes son de vital importancia para la escritura; pero de igual forma vienen a reflejarse en nuestra forma de expresarnos verbalmente –de forma particular los signos de puntuación-.

No podemos deshacernos de estos dos elementos tan esenciales dentro de la redacción; estamos sujetos a la perfecta armonía que se logra por ellos –sumados a acentuación, sintaxis, morfología, etc.-; intentar prescindir de ellos o no darles la importancia que merecen, alteraría la esencia de lo que deseamos expresar.

Asimismo, los comunicadores –y demás personas que tienen acceso a la enseñanza- tenemos como obligación moral el ser portadores de educación, cultura y “progreso” a través de algo que parece tan simple: un buen mensaje, una buena redacción.

¡Ya estás advertido! Así que piénsalo muy bien; si quieres deshacerte de ese molesto punto y coma, del tormentoso punto y seguido, o de plano te da igual usar b o v indistintamente... recuerda que estás matando la esencia de tu idea, dificultas la buena comunicación y estancas la posibilidad de alfabetizar a la demás gente.


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